The show must go on

¡Buenas! Aquí estamos, otra vez, en la cama de un hospital; esperando a que me den el alta para poder volver a casa. Al menos, esta vez he podido dormir bien y descansar, sin tener apenas dolor... un logro, ¡la verdad! 

Recién operada, por cuarta vez.
Recién operada, por cuarta vez.

La operación ha ido bien, o eso parece... Resulta que la grapa con la que me fijaron uno de los dos implantes se había enganchado con la fascia lata (un músculo), lo que había provocado una infección de toda la musculatura de la zona. No obstante, la operación no ha sido tan fácil como esto, sino que primero me han quitado el otro implante (el que no tenía nada que ver con la grapa), porqué no veían nada "raro", y era la zona que tenía hinchada y caliente. Y, una vez han quitado el implante, me han hecho una extensión completa forzada de la pierna; entonces (no antes, no, entonces) han visto que salía líquido infectado de unos centímetros más arriba. Momento en el que se han dado cuenta que el problema no era ese implante (el cual han sacado para NADA), sino que era la grapa, la maldita grapa la que me estaba dando problemas...

En principio, la grapa ha sido la culpable de que no haya podido avanzar desde que me pusieron los implantes, por lo que ahora, de una vez por todas, debería de ir mejorando hasta volver a estar al cien por cien. Cosa que, por una parte me anima, ya que pienso que es una justificación coherente de la problemática. Aunque, por otra parte, no estoy -o no quiero estar- del todo segura de que esto vaya a funcionar. Dado que ya me he llevado muchos chascos en las tres operaciones anteriores, que siempre tenían que ser "la última y definitiva", pero que nunca lo han terminado siendo. Por lo que yo, esta vez, me lo tomaré con pies de plomo, a la vez que con esperanza. Esperanza para poder salir de esta de una vez por todas y tener las ganas de comerme el mundo cada día que pase, a pesar de las circunstancias; y con pies de plomo para no precipitarme, tener cabeza y saber ser paciente, aunque a veces parezca imposible serlo más.

Quiero salir de esta situación de una vez por todas. Llevo más de 2 años con limitaciones y casi 9 meses con dolores constantes, sin poder doblar ni estirar la pierna y sin poder ir por la calle sin que alguien me mire por ir cojeando. Tengo 23 años, toda una vida por delante y ganas de comerme el mundo; por lo que, como me llamo Andrea, tarde o temprano saldré de esta. Y, si no es estando al cien por cien, ya adaptaré mi día a día para que la rodilla no me entorpezca, pero no estaré esperando a que haya un milagro mientras dejo pasar trenes en mi vida. 

Pase lo que pase, "the show must go on".

Jueves 17 de noviembre


© 2015 Andrea Rius; Educadora, deportista y aficionada en superarse día a día.  
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar