Sin puntos

¡Por fin me han sacado los puntos! No sabes cuánto deseaba que llegara este momento... Bien, realmente, por momentos quería que fuera el día, mientras que por otros instantes tenía miedo a que llegara. No obstante, el pasado miércoles me presenté a la consulta y me quitaron los puntos sin problema alguno. ¿Dolió? De los 9 puntos, más de la mitad dolieron (no nos vamos a engañar), pero nada que no se pueda soportar durante unos segundos. Vamos, que me había montado yo sola una película ¡para NADA! 

En esa misma visita el doctor me recomendó empezar con rehabilitación, aunque fueran sólo 10 sesiones para deshinchar la rodilla, cosa que no me hizo mucha gracia. Ya que cuando has ido centenares de veces a rehabilitación sabes que no es lo más divertido del mundo y que, a la larga, la monotonía se hace aburrida (como casi todo en esta vida, vamos). No obstante, es lo que me toca si quiero seguir mejorando, así que tocará ir... 

Dejando la rehabilitación de lado, el doctor me felicitó por el progreso y me dijo que en un mes espera que vaya en bicicleta por la calle y estire al cien por cien la pierna, sin limitaciones. Hasta este punto, más o menos, todo bien o, al menos, eso parecía... ya que no siempre oímos lo que queremos escuchar y en esta visita hubo una cosa que me desanimó un poquito; cuando pregunté al doctor cuando podría empezar a correr.  

Visión frontal rodilla sin puntos (30/03/16).
Visión frontal rodilla sin puntos (30/03/16).
Visión lateral rodilla sin puntos (30/03/16).
Visión lateral rodilla sin puntos (30/03/16).

Teniendo en cuenta mis progresos, yo pensaba que en 3-4 meses ya estaría corriendo, pero resulta que no. Ante mi pregunta el doctor respondió que a los 5-6 meses podré volver a correr, cosa que no me esperaba y que me hizo reestructurar los próximos meses en mi cabeza. En ese momento sólo había una pregunta a la que daba vueltas: ¿por qué debo esperar tanto tiempo para hacer un poco de trote? Aunque, pensándolo bien, la respuesta era fácil: Andrea, llevas dos implantes, el cuerpo los ha de asimilar antes de hacer actividades más intensas, si no quieres que se te salga algún tornillo volando (cosa que no quiero, gracias). 

Así que nada, tocará tener paciencia. Como te he dicho en anteriores situaciones, a veces el cuerpo no va al mismo ritmo que la cabeza, por lo que es elemental que psíquicamente estemos fuertes, para llegar -tarde o temprano- a nuestro objetivo. Yo daría lo que fuera por estar recuperada en dos meses, no obstante sé que es imposible, por lo que lucharé para estar al cien por cien lo antes posible; aunque tenga que esperarme seis meses, ya serán menos que diez y lo importante es llegar, no llegar antes. Hablando en plata puedo decir que las lesiones son jodidas y más vale prevenir que curar. Así que es mejor esperar unos meses más y volver hecha un toro, que empezar a correr a los tres meses y tener que volver a pasar por quirófano por cuarta vez en cuatro años. 

A veces hemos de ser listos y escuchar nuestro cuerpo; nadie sabe mejor que tú mismo cómo estás; por lo que mímate, esfuérzate, cuídate, entrena y nunca, nunca, nunca te precipites. Las prisas no son buenas amigo/a y menos cuando hablamos de una lesión (ya sea física o psíquica). Piensa que, si no la curas bien, siempre seguirá ahí. Es como ese amor que no acabas de olvidar pero ya estás saliendo con otra persona... ¡Nunca va a salir bien! ¿De verdad quieres estar siempre con molestias? No, ¿verdad? Pues mímate, esfuérzate y, sobretodo, deja que te cuiden, y ya verás como en nada volverás a ser el/la que eras. Recuerda: "a veces tenemos que dar un paso atrás para dar dos adelante". 

Viernes 1 de abril


© 2015 Andrea Rius; Educadora, deportista y aficionada en superarse día a día.  
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar