Sin prisa pero sin pausa

Ayer, sábado 2 de abril, estaba que me subía por las paredes, porque tenía previsto ir a andar por la playa, pero el tiempo me lo impedía desde hacía un par de días. Así que me subí a la bicicleta estática, me puse música y fui haciendo, hasta que me empezó a molestar una de las cicatrices y decidí parar. Con la tontería hice casi una hora seguida, a un ritmo moderado, haciéndo un total de 22 quilómetros en 58 minutos (aprox.). Lo cual, no está nada mal si tenemos en cuenta que justo hace un mes que pasé por quirófano. No obstante, lo más importante no son los datos ni las cifras, sino las sensaciones, y estas fueron más que buenas, que es con lo que me quedo. Aunque, como me decían de pequeña "paso a paso y con buena letra", por lo que seguiremos haciendo las cosas con cabeza, a pesar que muchas veces quisiéramos "tirar" más de corazón... ¿No te pasa esto a ti? Porque yo en más de una ocasión dudo entre cabeza o corazón, pero al final el sentido común siempre tiene la razón... En fin, seguimos; aquí te dejo un mini vídeo, para que te hagas una idea del ritmo que llevaba haciendo bicicleta.

Dejando de lado la bicicleta de ayer, esta tarde, cuatro días después de sacarme los puntos de sutura, he empezado a realizar ejercicios dentro del agua. Los ejercicios acuáticos son importantes ya que son de bajo impacto, permitiendo el estiramiento y el fortalecimiento de las extremidades sin apenas dolor. Para comenzar, he subido y bajado unas cuantas veces las escaleras de la piscina, para seguir con un poco de skipping en el mismo sitio y terminar haciendo trote "cochinero" (muy suave) por la parte menos honda de la piscina. Ha sido divertido ver lo rápido que me puedo llegar a mover dentro del agua, en comparación con lo torpe que ando (últimamente) en la superficie terrestre. La verdad es que, a pesar de que el agua estaba congelada, las sensaciones han vuelto a ser muy buenas, por lo que he decidido que iré haciendo este tipo de ejercicios cada dos o tres días (siempre que el tiempo acompañe, claro). Como en todo en esta vida, hemos de ser constantes señores/as...  

Igual que ayer, término el día con una sonrisa de oreja a oreja, viendo que con esfuerzo y constancia se van cumpliendo los objetivos, y el progreso es más que evidente. Así que seguiremos trabajando para progresar, sin que las prisas me jueguen una mala jugada. Como diría Melendi, cantante por el que tengo una gran admiración, "sin prisa pero sin pausa", que las prisas nunca son buenas compañeras y la pausa no entra dentro de mi diccionario. 


Domingo 3 de abril



© 2015 Andrea Rius; Educadora, deportista y aficionada en superarse día a día.  
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