Missed

Hola. ¿Qué tal estás? ¿Cuánto tiempo, verdad? Más de dos meses sin aparecer por aquí, imagínate... De hecho, por momentos pensé que sería mejor no hacerlo más; no obstante, el abandono no entra en ninguno de mis planes y en esta ocasión tampoco será el caso.

Cuando empecé el blog, me sentía con fuerza, ilusión y motivación; tenía ganas de comerme el mundo y demostrar que puedes hacer lo que te dé la gana si realmente luchas por ello; tenía ganas de enseñarte mis hazañas, mis progresos y mis avances para ser una referencia para alguien; de hecho, tenía ganas de mostrarte que tú también puedes con todo. Pero a veces las cosas no salen como habíamos planeado y en mi caso la situación se torció. Pasé de la ilusión a la frustración y de la motivación a la desesperación en cuestión de semanas, por mucho que intentara que no fuera así. Luché, de verdad que luché, para evitarlo, y puse todo de mi parte para conseguirlo; pero el infortunio y la desilusión fueron in crescendo, hasta tal punto que me fue imposible controlarlos. Entonces pensé "¿sigo con la web o espero a que se mejore la situación?", y, como bien supondrás, opté por la segunda. No soy una persona a la que le guste contar lo que no siento, por lo que no iba a vender humo ni ilusión donde no los había (aunque seguro que hubiera quedado más bonito).

Supongo que a estas alturas te preguntarás: "¿cuál fue el motivo de tal cambio de actitud?" y la respuesta es tan simple como complicada: llevo dos operaciones en un año, básicamente por un dolor que tengo en el lateral de la pierna, y el dolor sigue ahí. Dos años de rehabilitación, dos operaciones con los respectivos implantes, visitas a decenas de especialistas, meses de reposo, limitaciones diarias, horas invertidas en mejorar (o intentarlo), dos años en los que he tenido que ser selectiva con el deporte y dejar de practicar mi mayor hobbie (futbol), e incluso he tenido que dejar trabajos... ¿para qué? Para nada. A día de hoy siguen sin saber qué tengo ni nada al respeto y, encima, me provoca tales dolores el lateral que me ha hecho quedarme atrás en la recuperación de la rodilla. Ahora llevo dos meses (de los tres post-operatorios) que parece que no avanzo y mira que había empezado bien... Estoy casi, casi, casi igual que dos meses atrás; lo cual, como bien te imaginarás, frustra, y mucho. Me han mirado diferentes especialistas, me han practicado distintas técnicas, pero nada. Ahora me dicen que me espere a que tenga bien la rodilla, y ya se verá. Cuando me lo dijeron por primera vez me quedé pensando "¿Ver el qué? La fecha para una tercera operación", aunque opté por callarme". Esa semana me frustré hasta tal punto que ya ni tenía en cuenta la salud, y durante tres semanas comí cualquier cosa, sin mirar cuánto ni qué ni dónde. Perdí parte de la forma que había ganado estos últimos meses, que tanto me había costado, volví a sentir que mi cuerpo no me gustaba y, lo peor era que, por momentos, ni esto me importaba.

Mí día a día se convirtió en una rutina, en la que ir a trabajar, ir a rehabilitación, entrenar (a pesar de escaquearme algunos días, no dejé de hacerlo) y comer eran mi columna vertebral; el resto ya consistía en dejar pasar el día y esperar a que la pierna diera algún síntoma de mejora. Mejora que ni la hubo ni ha habido hasta el momento, aunque algo pasó que me hizo cambiar la manera de ver las cosas...

CONTINUA EN "12. CHANGE YOUR MIND" 


© 2015 Andrea Rius; Educadora, deportista y aficionada en superarse día a día.  
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