Cuando no parece haber final...

Que irónica es la vida... Cuanto más luchamos, más nos caemos, y cuanto más caemos, mejor nos levantamos. A veces parece que ya has conseguido salir de una cuando, sin quererlo; de hecho, tal vez sin darte cuenta, ya te has metido en otra. Es frustrante ver como parece que el mundo conspire en tu contra, como ver que la suerte no está a tu favor, por mucho que intentes cambiarla. Hay ocasiones en las que parece que la suerte no exista para una/o, aunque por instantes pensemos que ya la volvemos a tener de nuestro lado. Esto, precisamente esto, es lo que siento yo ahora mismo...

Han pasado cinco meses y 8 días desde la segunda operación; un año, 5 meses y 8 días desde la primera; justo un año y 10 meses desde el momento en el que me "destrocé" (mejor dicho, me destrozaron) la rodilla, y unos dos años y dos meses desde las primeras molestias... y lo peor es que en este largo camino no dejan de aparecer obstáculos. Hace un mes me realicé dos nuevas resonancias magnéticas, dadas las moléstias y los problemas que seguía teniendo en la rodilla y, por suerte o por desgracia tendré que volver a pasar por quirófano. Me derivaron a un cirujano vascular, para terminar de descartar posibilidades, pero estas últimas pruebas tampoco han conseguido dar en el clavo: nada de nada. La pierna sigue sin extenderse y los dolores no dejan de aparecer, así que en tres semanitas volvemos de visita al quirófano. Nunca hubiera pensado que una lesión podría dar tantas y tantas vueltas o, mejor dicho, tantos y tantos problemas. 

Como ya decía antes, que irónica que es la vida, ¿no? Cuando más luchas por algo, más lejos parece que esté la meta. Eso sí, creo que cada vez estoy más cerca de llegar a ella. Ya me he tropezado demasiadas veces, soltado demasiadas lagrimas y frustrado en muchas ocasiones, como para seguir sufriendo más. No señores/as, ahora me toca levantar el vuelo, vamos que si me toca... Como me llamo Andrea que salgo de esta! Espero y deseo que sea la última vez que tenga que pasar por quirófano y, no sé por qué, pero tengo la corazonada de que todo va a salir bien. 

Me inquieta un poco (por no decir bastante) el hecho de entrar a quirófano medio a ciegas, ya que creen que se me ha hecho una adherencia*, no obstante no hay ninguna prueba que lo corrobore. Por lo cual, a lo mejor cuando me abran se dan cuenta que es otra cosa y entonces la recuperación varia; hecho que me influye directamente en el trabajo, dado que aprovecharía las vacaciones para la operación. Vamos, un "follón", pero tal y como están las cosas no me queda otra. Me tocará tener paciencia y suerte, y a ver cómo salimos de esta... En principio, si sólo es la adherencia, en un mes -o antes- estaría como nueva, y en unas tres semanas ya podría estar de vuelta al trabajo. De ser otra cosa (que algún implante no esté haciendo su función o el cuerpo lo haya rechazado, o cualquier otro tema...), la recuperación ya sería bastante más larga -meses-. En este momento sólo espero y deseo recuperarme de una vez por todas, que desaparezcan los dolores (últimamente por las mañanas, o cuando me levanto de una silla, parezco "robocop") y poder hacer vida normal sin estar pendiente de la rodilla.

Seguro que con paciencia, esfuerzo y apoyo salgo de esta, y en nada estoy corriendo como un pollo sin cabeza, ¡que ya tengo ganas! Ah, y espero no tardar tanto en escribir la próxima vez. Ya no por ti, puesto que no creo que leas este blog cada día (ni cada semana o mes, de hecho), sino también por mí. 

Hasta pronto y gracias si has llegado hasta aquí (:

(*)  Digamos que es un tejido similar al de una cicatriz, que crece más de lo habitual y hace que algunas superficies dentro del organismo "se peguen" entre ellas. En mi caso, afectando a la movilidad articular de la rodilla.

Miércoles 10 de agosto